sábado, 14 de febrero de 2015

DEBATE: LA EDUCACION SEXUAL INFANTIL

  
¿Qué es el derecho de los niños al ejercicio de su sexualidad?



Gloria Grifo de Rodríguez | 12 feb 2015 - 01:02h

Una amiga mía sufrió el mayor disgusto de su vida, en enero pasado, cuando llevó a sus pequeños hijos al denominado Festival ZG15, dedicado a la niñez y la adolescencia, en Atlapa. Ahí su niño, de siete años, atrapó una de las bolsitas que tiraban al aire, y que traía caramelos y también un condón. El afiche decía que buscaban crear “responsabilidad entre los niños y adolescentes”. Son tácticas para introducir a los niños al tema de la sexualidad. En enero pasado, volvimos a la Asamblea Nacional a discutir el cuestionado proyecto 61, sobre educación sexual. Nos presentaron la nueva propuesta. Y aunque eliminaron muchos de los artículos que considerábamos inadmisibles, permanecían otros peligrosos, como el Art. 5 que prohíbe discriminar por práctica sexual: “No habrá discriminación en el ejercicio de los derechos, en materia de salud sexual y salud reproductiva, ya sea que provenga del Estado o de los particulares”. Si el proyecto 61 dice estar dirigido a controlar a menores, y el Art. 5 no pone límites, cualquier menor podría ejercer su derecho a la sexualidad. ¿Qué pasaría con el delito por abuso a menores y con la pornografía infantil? El más peligroso de los artículos es el que dice que será obligatoria la inclusión de la educación integral en la sexualidad (EIS), que aparece en los artículos 7, 8, 23, y 3 del glosario. Resulta que la EIS es una marca registrada de la IPPF, APLAFA (Ver: http://www.ippf.org/system/files/ippf_framework_for_comprehensive_sexuality_education_spanish_0.pdf). En ese manual aparece todo un proyecto de sexualidad que no es acorde a la sana ley natural. De ser aprobada la ley, no habría necesidad de los demás artículos, pues “al entrenar a los educadores a implementar la educación integral en la sexualidad”, se haría obligatorio, y cubriría todo su objetivo la Ley 61, sobre todo, enfocándose en la educación sexual de los niños desde muy temprana edad, y entrenándolos en el uso de insumos para lograr “sexo seguro”. El Art. 23, editado, quedó peor: “El Estado es responsable de promover, financiar y desarrollar programas de comunicación social masivos, continuos y permanentes de educación integral en salud sexual y salud reproductiva (EIS), con énfasis en la promoción de valores éticos, maternidad y paternidad responsables, planificación familiar, prevención de abortos, prevención del embarazo en la adolescencia, prevención de VIH/ sida…”. Todas estas “últimas prevenciones”, se resuelven con condones, anticonceptivos... “sexo seguro” a niños, que hasta la fecha han sido políticas fracasadas, porque en ningún país en el que se han implementado han dado resultados. Pretender su promoción a través de medios como la televisión para que lo vean niños de todas las edades, sería ineficaz e improcedente. Proponer una ley bajo el argumento de que evitará las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y los embarazos en adolescentes dando derechos sexuales a niños de cualquier edad, es un gran error. Cuando estos empiezan a tener curiosidad por el sexo, cuando se ponen en juego las hormonas que actúan en el desarrollo humano, es cuando la ley instruirá a los chicos a que ejerzan su derecho a la sexualidad, siempre y cuando lo hagan con “responsabilidad”, usando anticonceptivos o condones. ¿Quién puede asegurar que no incentivará más a los chicos en la curiosidad sexual? México aprobó esta ley en 2004 y hoy es el país con el mayor índice de embarazos adolescentes de la región; Inglaterra inició esas políticas de educación sexual hace casi 40 años, hoy es el país de Europa con más embarazos en adolescentes y ETS. ¿Con tan claros ejemplos, cómo insisten en adoptar ese tipo de políticas? En definitiva, el objetivo debe ser otro: el negociado de los insumos, para colmo, financiados por el Gobierno, o sea, con nuestros impuestos. La sexualidad debe ser contemplada, desde el plano moral y de salud, para promover familias felices. La familia, la sociedad y la inocencia de los niños están en juego. Es absurdo permitir que se aprueben leyes como estas, cuando ya sabemos de su fracaso arrollador en los países en que se ha implementado. Evitemos que las organizaciones internacionales irrumpan en nuestra cultura y nos obliguen a aprobar leyes tan nefastas, cuya logro es la infelicidad de la niñez. - See more at: http://impresa.prensa.com/opinion/derecho-ninos-ejercicio-sexualidad_0_4140336044.html#sthash.1r89Hxc4.dpuf

BAJADO DE http://impresa.prensa.com/opinion/derecho-ninos-ejercicio-sexualidad_0_4140336044.html

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